ESTILOS

ESTILO CLÁSICO CONTEMPORÁNEO

Cuando hablamos de estilo clásico, estamos hablando más de un concepto que de una lista de normas rígidas a seguir. Con clásico nos referimos a un estilo que no está siguiendo una moda, sino que es atemporal, pensado para perdurar más allá de las tendencias del momento.

El estilo clásico contemporáneo apuesta por la belleza y por la sofisticación, pero también por crear un ambiente cálido y acogedor que transmita tranquilidad e incite al relax que se espera obtener en el baño. El contraste entre piezas clásicas y de líneas modernas da excelentes resultados, ya que aporta personalidad y enriquece la atmósfera de esta estancia.

Una serie de consejos que podemos dar para lograrlo es utilizar los colores y tonos más afines con este estilo de decoración tranquilo y sensible, como son los cremas, verdes, grises o amarillos. Es preferible decantarse por la gama de tonos suaves, nada llamativos.

En cuanto a los sanitarios, la colección Noble puede encajar para aquellos que se decantan por este estilo: con cierto aire retro, pero de formas puras y detalles discretos, las líneas de Noble transmiten la serenidad de lo atemporal. La combinación de madera maciza en los asientos aporta al inodoro la distinción propia de los materiales nobles. Klea hace una lectura clásica en cuanto a las formas y Jazz es un todoterreno, clásico por sus formas imperecederas y moderno por su restyling de síntesis.

La grifería es uno de los elementos del baño que mejor marca el tipo de decoración, que define a primera vista el estilo por el que se ha optado. En un baño clásico actual no es necesario recurrir a modelos abigarrados que resultarían anacrónicos. La grifería Grecia es un excelente opción, pero también la elegante Silk que, aunque sea moderna, respira clasicismo actual.

Los materiales nobles son los que mejor encajan en la decoración clásica contemporánea: el mármol para encimeras, revestimientos de pared o suelos; las maderas consideradas nobles para panelar algún paño de pared (nunca todas), suelo y revestimientos de bañeras; el estucado, duradero y elegante, puede cubrir algún trozo de pared; la cerámica es, también, un gran aliado, ya que permite combinaciones de color, como el damero, aunque no necesariamente en blanco y negro; las toallas de color, con algún tipo de cenefa o bordado que encaje en el ambiente, se pueden engamar con la paleta de color utilizada para reforzar el cromatismo; un taburete antiguo, un detalle decorativo de porcelana, una alfombra tejida a mano o una colección de botellas de cristal contribuyen a dar el toque personal y sofisticado a un baño que deseamos que se perciba como intemporal, pero nunca anacrónico.

Clásico es lo contrario de recargado. Por eso es un estilo que nunca cansa ni se pasa de moda.

 

 

 

 

 

 

 Un ambiente               cálido y acogedor.

 

 

 

 

 

 

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